Domon Ken. Museo de Taniguchi Yoshio y jardín de Teshigahara Hiroshi
Teshigahara Hiroshi - El arte es un viaje de descubrimiento
Nacido en Tokio el 28 de Enero de 1927, y fallecido en esa misma ciudad 74 años más tarde, Teshigahara Hiroshi es uno de los artistas japoneses más singulares en la segunda mitad del siglo XX. Hijo de un artista reconocido, el escultor y maestro de arreglo floral Teshigahara Sōfu, fundador de la Escuela Sogetsu de Ikebana, el joven Hiroshi se formó en medio de una intensa, aperturista y renovadora actividad artística, en contacto con creadores de variadas disciplinas y de distintos países que tenían en común el objetivo de buscar nuevos rumbos para sus respectivas trayectorias.
Jardín Sogetsu Tobu en Echizen Fukui
Jardín Sogetsu Tobu en Echizen Fukui
Autor cosmopolita, inquieto, multifacético y de mirada abierta, practicó distintas artes: pintura, cine, cerámica, caligrafía, jardinería, instalaciones de bambú y, por descontado, ikebana. Tras la muerte de su padre en Septiembre de 1979, y de su hermana Kasumi pocos meses después, Teshigahara Hiroshi les sucedió como tercer iemoto de la Escuela Sogetsu, a la que dedicó atención preferente el resto de su vida, convirtiéndose en un maestro reconocido en este arte, donde hizo valer siempre la orientación innovadora sobre una tradición centenaria.
Su entramado cultural bebe tanto de fuentes autóctonas como foráneas, de oriente y de occidente, de tradición y de vanguardia. Y, de manera singular, las huellas de artistas españoles como Antoni Gaudí, Salvador Dalí, Pablo Picasso y Luis Buñuel resultaron determinantes en su formación como artista y en la ejecución de algunos de sus trabajos.
Nagare. Jardín del Museo Domon Ken
La beca disfrutada en 2023, que complementa y prolonga la anterior, permitió al autor conocer en persona los principales escenarios donde el maestro Teshigahara desplegó su talento y su creatividad: la Escuela Sogetsu de Ikebana, en el corazón de Tokio, fue el centro de operaciones fundamental de toda su trayectoria profesional. A su vez, el taller de cerámica Sogetsu localizado en Echizen, Fukui, sería su lugar de retiro y donde se entregó con pasión al modelado de arcilla. En el Museo Domon Ken, notable obra de Taniguchi Yoshio en Sakata, Yamagata, Teshigahara realizó un vistoso karesansui denominado Nagare por representar la corriente de un río. Frente al teatro al aire libre de Toga Art Park en Toyama, diseñado por Isozaki Arata, nuestro artista instaló un sugerente conjunto de esculturas lacustres. Para el restaurante Fukiage de Kioto modeló un elegante jardín con formas abstractas, y en Yamanaka Onsen, Ishikawa, diseñó el sorprendente y volátil Puente Ayatori, que evoca el vuelo de un dragón. El viaje permitió visitar y documentar todas estas obras, entre otras de naturaleza muy diversa, y ver algunas de las películas menos conocidas de su filmografía. Sería prolijo enumerar aquí a los numerosos amigos y compañeros de camino que me prestaron información, ayuda y apoyo; todos ellos me acompañan en el recuerdo.
Puente Ayatori de día y de noche
Toga Art Park. Escultura lacustre
Nagare. Jardín del Museo Domon Ken
Estando ya próximo el centenario de su nacimiento, Teshigahara no cuenta aún con el reconocimiento que su trayectoria se merece, al menos entre nosotros. Por otra parte, los estudios dedicados a su obra se centran mayoritariamente en el comentario de sus películas, pero ignoran o pasan de puntillas sobre sus relevantes aportaciones en otras especialidades artísticas. El proyecto que se presentó hace ya algunos años se proponía estudiar la obra de este artista multidisciplinar en su conjunto, entendiendo que todas las especialidades que practicó, a lo largo de una carrera intensa y coherente, forman parte de un mismo itinerario creativo.
Una labor como ésta, en la que se ha tenido que rastrear entre numerosas fuentes y manejar abundante documentación de todo tipo, no hubiera sido posible sin la aportación fundamental que el autor recibió de la Japan Foundation y de la Ishibashii Foundation, cuyos programas de becas permitieron dos estancias, en 2014 y en 2023, en aquel país extraordinario que el autor lleva prendido en el corazón. El presente texto nace, por eso mismo, fruto de su gratitud y reconocimiento hacia ambas instituciones.
La beca disfrutada en 2023, que complementa y prolonga la anterior, permitió al autor conocer en persona los principales escenarios donde el maestro Teshigahara desplegó su talento y su creatividad: la Escuela Sogetsu de Ikebana, en el corazón de Tokio, fue el centro de operaciones fundamental de toda su trayectoria profesional. A su vez, el taller de cerámica Sogetsu localizado en Echizen, Fukui, sería su lugar de retiro y donde se entregó con pasión al modelado de arcilla. En el Museo Domon Ken, notable obra de Taniguchi Yoshio en Sakata, Yamagata, Teshigahara realizó un vistoso karesansui denominado Nagare por representar la corriente de un río. Frente al teatro al aire libre de Toga Art Park en Toyama, diseñado por Isozaki Arata, nuestro artista instaló un sugerente conjunto de esculturas lacustres. Para el restaurante Fukiage de Kioto modeló un elegante jardín con formas abstractas, y en Yamanaka Onsen, Ishikawa, diseñó el sorprendente y volátil Puente Ayatori, que evoca el vuelo de un dragón. El viaje permitió visitar y documentar todas estas obras, entre otras de naturaleza muy diversa, y ver algunas de las películas menos conocidas de su filmografía. Sería prolijo enumerar aquí a los numerosos amigos y compañeros de camino que me prestaron información, ayuda y apoyo; todos ellos me acompañan en el recuerdo.
Puente Ayatori de día y de noche
Si todo viaje es una experiencia de exploración y descubrimiento, éste ha proporcionado un valor añadido: la obra de Teshigahara, tan diversa y tan singular, ayuda a conocer y a valorar, bajo su mirada de artista, la inagotable riqueza que atesora el patrimonio japonés. Por otra parte, el interés personal que el mismo Teshigahara sentía por la cultura española, asimismo tan rica y tan variada, permite contemplarla y entenderla, en su compañía, desde perspectivas distintas y novedosas. Todos estos asuntos serán objeto de atención en la monografía que se dedicará a este artista.
Toga Art Park. Escultura lacustre
El mundo es un lugar lleno de cosas que aprender. La proximidad artística y la sintonía entre los creadores de España y de Japón, como los que protagonizan este proyecto, representan con fuerza ese impulso multicultural, diverso y cosmopolita que debería guiar toda actividad humana en este mundo globalizado que vivimos, y que se enfrenta hoy con tantos retos e incertidumbres.
Antonio Santos
26 de Octubre, 2023