En primer lugar, me gustaría agradecer a la Fundación Japón por ofrecer esta extraordinaria oportunidad. El programa de dos meses destinado a los investigadores sobre temas japoneses en diferentes campos de estudios, brinda una ocasión excepcional para sumergirse de lleno en el idioma, la cultura y la vida en Japón.
Gracias a este programa, hemos podido ampliar, así como perfeccionar los conocimientos sobre nuestra investigación en el Centro de Fundación Japón-Kansai (Osaka) a la vez que atendíamos al curso intensivo de lengua japonesa que el mismo centro ofrece. Al respecto de las clases, cuentan con unos profesores atentos y profesionales que buscan en todo momento mejorar el nivel de japonés de cada estudiante adaptándose a los gustos e investigaciones de cada uno.
El centro ofrece clases de japonés para diferentes niveles, así como optativas muy interesantes como clase de lectura de fragmentos de novelas semanalmente, Kanji o práctica de escucha del japonés en las noticias de ese día. Existe la posibilidad de escoger otras actividades como clases de conversación u otras dedicadas únicamente a enviar correos de manera correcta y profesional. Es innegable que las clases son numerosas y requieren de esfuerzo pero considero que todos pudimos notar como iba mejorando nuestro nivel de japonés en el proceso.
También es de agradecer que los tutores que se encargaban de dirigir la investigación, nos proporcionasen en todo momento las herramientas necesarias para hacer más efectiva nuestra tarea como por ejemplo el uso correcto del japonés a la hora de ponerse en contacto con universidades, profesores o profesionales en el campo de cada investigación.
Destacar también la ayuda recibida por los miembros de la biblioteca del Centro que nos proporcionaron toda la información necesaria así como una explicación muy detallada sobre el manejo de las bases de datos y web dedicadas a nuestras áreas. En mi caso, la atención que me dedicaron los miembros de la biblioteca fue esencial para el desarrollo de mi investigación. Semanalmente me recomendaron material variado y muy útil del que pude sustraer la información central para mi presentación.
La presentación final fue el punto central de este programa. Así, semanalmente realizamos la redacción de la misma y el tutor se hizo cargo de orientarnos durante todo el proceso. Además en el transcurso del programa fuimos practicando la exposición y esto fue muy útil puesto que cuando llegó el momento de presentarlo, todos estábamos preparados.
Por otro lado, semanalmente disfrutamos de diferentes actividades culturales y excursiones. Entre ellas destacar el teatro tradicional bunraku, el arreglo floral(ikebana), caligrafía (shodō)o la excursión a la Universidad de Kobe en la que nos pusimos en contacto con otros investigadores. Además de esto, gozamos de cuatro días dedicados a nuestra investigación en la que pudimos seleccionar un destino para viajar y recabar la información necesaria. En mi caso, mi investigación giró en torno a la literatura japonesa contemporánea femenina, razón por la que opté por ir a Tokio para visitar el Centro Nacional de Mujeres (NWEC) y tuve la suerte de conocer en persona a la autora Kawakami Mieko al atender a la firma de su nueva novela en la famosa librería Kinokuniya.
Respecto a las instalaciones del centro de Fundación Japón decir que tanto las habitaciones, el aula, los espacios comunes y el comedor estaban en perfectas condiciones. Además, poder convivir con investigadores de todo el mundo fue realmente enriquecedor. Es cierto que cada uno teníamos diferentes temas de investigación, pero conocer otras líneas de estudio, así como debatir con profesionales con tus mismos intereses fue una de las mejores experiencias.
Sin duda recomiendo a cualquier investigador interesado sobre Japón que opte a este programa de Fundación Japón.
Raquel Ortega Calvo