Teatro Nacional en Tokio
EN EL PAÍS DEL TEATRO DE MARIONETAS DE BUNRAKU Y OTOME BUNRAKU
Mi estancia en Japón, después del período tan complicado que hemos tenido debido a la pandemia, por fin se pudo realizar en la universidad de Waseda, en Tokio, desde el 28 de Agosto hasta el 28 de Diciembre. Mi objetivo de investigación era sobre el teatro japonés de marionetas conocido como bunraku y otome bunraku que forma parte de mi tesis doctoral, centrada en el papel de las mujeres en el desarrollo de este arte teatral en occidente. Mi interés principal al venir a Japón era poder conocer de primera mano a los titiriteros y titiriteras y tener un contacto directo con ellos, el acceso a las fuentes era fundamental para conocer mejor su trabajo detrás del títere, lo que hoy significa ser un titiritero en un forma tradicional y cuál es el futuro de este arte. El teatro de bunraku es Patrimonio de la Humanidad desde 2008. Detrás de la marioneta de bunraku se colocan tres titiriteros que, como si se tratase de una coreografía y cada uno en una parte del cuerpo del títere, dan vida al muñeco de bunraku. En el otome bunraku, el muñeco se pega al cuerpo de la mujer y éste reproduce sus movimientos.
Gracias a la beca predoctoral de la Fundación Japón he podido investigar en profundidad estos dos artes teatrales. Mi estancia ha sido enormemente positiva, accediendo no solo a las fuentes de estas tradiciones sino también completando mi investigación con visitas a los teatros para ver numerosas funciones de bunraku. En Osaka está el teatro Nacional de Bunraku y en Tokio el Teatro Nacional en el escenario pequeño (para 500 personas) programa dos veces al año teatro de bunraku, en los meses de otoño y primavera. Debido a que mi estancia coincidió con los meses del otoño pude asistir a las funciones de marionetas en Tokio. También realicé varios viajes a Osaka, cuna de este arte de títeres, donde pude conocer a intérpretes del bunraku tradicional y también a las mujeres titiriteras que están detrás del otome bunraku, la marioneta que desde principios del siglo XX ha posibilitado la presencia de la mujer titiritera en los escenarios y cuya influencia se ha extendido desde Japón a otros países en Occidente.
Gracias a mi tutora en la universidad de Waseda, la profesora Takai de la Facultad de Letras, Artes y Ciencias, Escuela de Cultura, Medios y Sociedad, pude entrevistarme con uno de los titiriteros de bunraku, Yoshida Tamasuke durante la estancia en Octubre de la compañía de bunraku en Tokio, en el Teatro Nacional. La entrevista supuso una inmersión profunda en este arte teatral y abarcamos aspectos muy concretos de la manipulación que es muy diferente a la occidental.
Con el titiritero Yoshida Tamatsuke y el intérprete enfrente del teatro Nacional en Tokio
Si bien en el teatro tradicional de bunraku los titiriteros o manipuladores son solamente hombres, hay excepciones en este campo como pude comprobar en mi viaje a la isla de Awaji, entrevistando a una de las artistas más jóvenes que trabajan como manipuladora de muñecos de bunraku en el teatro de esta isla, uno de los más antiguos en Japón.
Con Senko Yoshida en el teatro de Awaji. Isla de Awaji en Japón.
En Osaka pude entrevistar a Mitsuka Yoshida, titiritera de otome bunraku que es de las pocas artistas que aún conecta con las fuentes, el origen del otome bunraku, ya que ella fue alumna de una de las primeras titiriteras de otome bunraku que murió hace solo unos años.Tuve el honor de conocerla y enseguida estuvo dispuesta a recibirme en una sala y compatir conmigo la técnica y todo su conocimiento sobre este arte. Su entrevista ha sido clave en mi investigación.
Con la titiritera de otome bunraku Mitsuka Yoshida
Una de las ventajas que me brindó estar en Tokio y disfrutar de esta beca de la Fundación Japón, fue acceder a los fondos bibliográficos de su biblioteca en la sede central, que atesora muchos libros imprescindibles de bunraku. Esta investigación bibliográfica se completó con el estupendo catálogo que posee también la biblioteca de la universidad de Waseda.
Además esta beca me ha permitido establecer contactos más allá de mi investigación y conocer a otros investigadores y profesores fuera de mi propio campo. La Fundación Japón organizó unos encuentros en Kyoto en el mes de Diciembre y pude conocer a otros fellows, con los que establecer contactos, intercambiar puntos de vista y experiencias, siendo estos encuentros altamente enriquecedores a nivel profesional y también personal. Los encuentros estuvieron muy bien organizados y nos permitieron conocernos y poner en valor el precioso tiempo que estábamos viviendo en Japón, que va a permanecer en nuestro recuerdo y de seguro se va a ver reflejado en nuestra experiencia y futuro profesional.
Tengo que agradecer enormemente a la Fundación Japón haberme dado la oportunidad de viajar al país donde nacieron los títeres bunraku y otome bunraku y conocer de primera mano a sus artífices y la cultura que eclosionó en estas formas teatrales. Sin esta beca, mi investigación no habría sido tan dedicada y exitosa.
Alejandra Prieto