Hamada Shôji Memorial Mashiko Sankokan Museum. Mashiko, febrero 2020.
A principios de año me fue concedida la beca de investigación en Historia del Arte convocada conjuntamente por Ishibashi Foundation y The Japan Foundation, a fin de realizar una estancia de dos meses en Japón, del 31 de enero al 28 de marzo de 2020.
La solicitud de la beca venía motivada por la necesidad de llevar a cabo la investigación y otros trabajos de comisariado asociados a la preparación de una futura exposición sobre cerámica japonesa. La muestra, organizada por el Museu Nacional d’Art de Catalunya, se celebrará el próximo año y estará dedicada al ceramista Hamada Shōji y sus relaciones con Josep Llorens Artigas y el entorno artístico de la vanguardia catalana.
Por un lado, a fin de completar la investigación, era necesario realizar numerosas consultas en archivos y bibliotecas, principalmente publicaciones académicas y artículos en revistas históricas especializadas y de difícil acceso. Para ello, conté con la colaboración del profesor Matsuda Kenji, el cual facilitó mi estancia y residencia como miembro investigador invitado por la Universidad de Keio, donde disponen de una extensa biblioteca y recursos destinados a la investigación. Además, junto con el profesor Matsuda, que también participa en el proyecto expositivo, tuve ocasión de visitar a varios descendientes de artistas del movimiento de arte popular japonés. Asimismo, una parte destacada de la estancia, la dediqué a trabajar en el Museo de Arte Popular de Japón (Nihon Mingeikan), en Tokio, junto con los conservadores Sugiyama Takashi y Furuya Mayumi. La investigación en el Nihon Mingeikan, así como los frutos del trabajo en el Museo de Arte de Serizawa Keisuke, en Shizuoka, me permitieron avanzar con libertad y conocer de primera mano sus fondos, contando con su consejo experto, resolviendo dudas y aportando nuevos frutos destacados que podrán ser dados a conocer próximamente en el marco de la exposición y su consiguiente catálogo.
Kawai Kanjirō Memorial Museum. Kioto, marzo 2020.
Por otro lado, otro objetivo esencial de la estancia en Japón era visitar Mashiko, población donde Hamada Shōji vivió gran parte de su vida, con el fin de poder tratar temas relacionados con la investigación y otros aspectos más directamente vinculados a la organización de la exposición. Igualmente, era importante aprovechar la estancia en Japón para desplazarme a otros puntos del país, principalmente a Sendai, Shizuoka y Kioto. Estos viajes me proporcionaron el privilegio de entrevistar y conocer a familiares de artistas, artesanos y ceramistas, muchos de los cuales conservan recuerdos o disponen de colecciones y archivos privados inéditos de gran interés para la investigación. En este sentido, el trabajo conjunto y la ayuda desinteresada proporcionada por las familias Hamada, Matsubara, Narui, Sakuma, Serizawa y Shimaoka, así como también la ayuda generosa proporcionada por investigadores, conservadores y directores de varios museos, ha significado una contribución imprescindible para poder avanzar y mejorar de un modo significativo un estudio iniciado hace ya algunos años en Barcelona.
Con los ceramistas Sakuma Fujiya y Narui Wataru. Mashiko, febrero 2020.
Con Hamada Tomoo, nieto de Hamada Shōji, preparando la exposición Hamada-Artigas. Mashiko, febrero de 2020
La estancia ha sido enormemente positiva. No solamente pude realizar todo cuanto me propuse, sino que además tuve ocasión de iniciar nuevos proyectos expositivos que permitirán seguir ahondando en las relaciones artísticas de Japón con Occidente. De este modo, tan pronto como la crisis pandémica del Covid permita regresar a la normalidad, también en el sector de los museos, los resultados de este trabajo podrán ser presentados mediante una exposición y un catálogo que está ya en su etapa final de preparación y que se prevé para el próximo 2021. Mientras tanto, solo me queda agradecer profundamente la amabilidad que en todo momento tuvieron conmigo todos los miembros de la Japan Foundation y la Ishibashi Foundation. Todos ellos me dieron confianza plena y libertad absoluta para trabajar según mis propios criterios, todo fueron facilidades para conseguir sacar el máximo provecho de la estancia. Es así que, de regreso a Barcelona, espero y deseo corresponder pronto dicha gratitud con la publicación y presentación pública de los resultados de la estancia.
La estancia ha sido enormemente positiva. No solamente pude realizar todo cuanto me propuse, sino que además tuve ocasión de iniciar nuevos proyectos expositivos que permitirán seguir ahondando en las relaciones artísticas de Japón con Occidente. De este modo, tan pronto como la crisis pandémica del Covid permita regresar a la normalidad, también en el sector de los museos, los resultados de este trabajo podrán ser presentados mediante una exposición y un catálogo que está ya en su etapa final de preparación y que se prevé para el próximo 2021. Mientras tanto, solo me queda agradecer profundamente la amabilidad que en todo momento tuvieron conmigo todos los miembros de la Japan Foundation y la Ishibashi Foundation. Todos ellos me dieron confianza plena y libertad absoluta para trabajar según mis propios criterios, todo fueron facilidades para conseguir sacar el máximo provecho de la estancia. Es así que, de regreso a Barcelona, espero y deseo corresponder pronto dicha gratitud con la publicación y presentación pública de los resultados de la estancia.
Ricard Bru i Turull